La Guerra de los Mundos del ángel exterminador
Steven Spielberg es un maestro contando historias y dirigiéndolas, con La Teminal no pudo demostrar todo lo que lleva dentro, pero eso afortunadamente ha cambiado en esta nueva película. La Guerra de los Mundos es 100% Spielberg, es 100% espectáculo, y además espectáculo del bueno, de ese que como hace años te dejaba con la boca abierta. El genio de Cincinnati no solo sigue en plena forma sino que además sigue sorprendiendo al personal con su indudable talento creativo.La Guerra de los Mundos es un torbellino de ideas que van desde posibles lecturas sociopolíticas del 11S, hasta un estudio sobre el miedo, la paranoia, o el pánico del ser humano, incluso una exploración de nuestros lados oscuros que afloran cuando nos vemos en situaciones difíciles.
La labor de dirección es simplemente sublime, pero esto ya lo sabíamos, Steven nos pone delante de los ojos la que posiblemente sea la invasión alienígena más aterradora y cruda de los últimos años, olvidad Independence Day o similares tomaduras de pelo que eran simples elementos para el lucimiento del patriotismo yankie. Aquí lo que luce es la visión apocalíptica que surge a través de los ojos de 3 personajes principales, es su visión de la invasión, todo el miedo, horror y sufrimiento pasa por ellos y se aleja de posibles puntos de vista militaristas que lo que hacen es aburrir. Spielberg dirige una presentación del “ángel exterminador” como pocas veces se ha visto en el cine, te prepara por medio de lo desconocido, el desconcierto, el caos, el no saber que esta ocurriendo, ni que hacer ni a donde ir, te va dando pistas para generar tensión, para comenzar a cargar la atmósfera con el suspense y luego coge el hacha del horror y nos sacude fuertemente a la cara con unas imágenes aterradoras, crudas de masacre y destrucción que parecen salidas de nuestras peores pesadillas del fin del mundo.
El diseño de los trípodes es una auténtica maravilla, un derroche de creatividad total, muy del estilo de la novela pero a la vez modernos, con su toque mecánico y orgánico característico. Que gran trabajo ha hecho ILM, la integración de los fx con la imagen real es de matricula de honor, al igual que el apartado de efectos sonoros, que ha creado un sonido para los engendros totalmente aterrador. Pero no solo da miedo cuando los vemos y escuchamos, casi da más miedo cuando solo oímos ese sonido que proviene del infierno y que avecina el exterminio de la raza humana, porque el maestro también lo es a la hora de insinuar, de no mostrar la desolación vista de frente sino plantearla de maneras más sutiles.
Tom Cruise (Ray) tiene esta vez en sus manos un personaje muy atractivo y el que mas evoluciona, ya que comienza siendo un incompetente, despreocupado e inútil padre de dos hijos, divorciado de su mujer Miranda Otto (Mary Ann) que lleva otra vida lejos de él, y que dada las circunstancias aprende a serlo por medio de golpes que se va dando y que le hacen abrir los ojos y espabilar. Dakota Fanning (Rachel) casi le roba todo el encanto a su colega Cruise. Muy de elogio es ese terror que surge a través de su mirada.
John Williams pasa completamente desapercibido, lo cual no es malo, pone buenas notas a las escenas de acción y suspense, pero le falta un punto de inspiración para hacer su banda sonora algo mas, aunque también hay que reconocer que para este tipo de películas no se le puede pedir mucho.
La Guerra de los Mundos es un buen homenaje a la novela de H.G. Wells, con una introducción y un epílogo idénticos y con una historia trasportada a los tiempos actuales para dale nuevos aires de modernidad, pero también es un homenaje a la película de George Pal ya que dos de sus actores principales Ann Robinson y Gene Barry, aparecen en un cameo como abuelos de Rachel. Pero sobre todo es un homenaje al cine de sci-fi de los años 50, se respira ese aroma nada más empezar con la introducción de Morgan Freeman, lo cual queda bastante bien como contraste.
Hemos recuperado al gran Steven, aquel genio que nos sorprendía con películas como Encuentros en la 3ª fase, En Busca del Arca, Tiburón o Parque Jurásico y que después de 12 años ha vuelto a recordar el por que vamos al cine a ver sus películas en un género con el que se mueve como pez en el agua, el género del entretenimiento inteligente y bien hecho.
Nota: 9


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¿Qué tiene V que la hizo, la hace y la hará tan especial?, pues dejando a un lado los excelentes fx, algunos han caducado inevitablemente con el paso del tiempo, pero otros siguen siendo muy buenos hoy en día, la serie tiene su mejor baza en la historia y los personajes, aquí radica el secreto de su éxito. Vemos como unos alienígenas aparecen de improvisto y por sorpresa ante la mirada atónita de la humanidad pegada a sus televisores, vemos como estos visitantes nos comunican sus intenciones pacíficas, necesitan obtener una serie de elementos para sobrevivir y con la ayuda de los humanos los pueden conseguir, a cambio ellos nos ofrecen toda su ayuda y conocimientos en terrenos como la medicina con supuestas y tentadoras vacunas contra el cáncer.
Lo que pintaba de color de rosa, poco a poco se va torciendo, un grupo de científicos empieza a sospechar que detrás de esa apariencia de pacíficos visitantes se esconden secretos que no nos quieren contar. Aquí es donde empieza la genialidad de la historia, cuando los visitantes empiezan a sellar las posibles fugas de información y a propiciar la busca y captura de todo aquel científico que les pueda delatar, se decreta la ley marcial y el comienzo de una 





debajo de su propia máscara, convirtiéndose en un aliado en el objetivo de derrocar al sistema corrupto, cruel y traer la libertad y la justicia a la sociedad.
































