Star Wars Episodio 3

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Hemos tenido que esperar 28 años para en primer lugar cerrar el círculo de la saga y por otro lado para poder ver la película esperada de Star Wars cuando allá por 1997 Lucas tomara la decisión de iniciar esta nueva trilogía. Después de la enorme decepción del episodio 1, y del algo mejorado episodio 2, nos llega este último capítulo en el mejor momento para revitalizar la trilogía y redimir a Lucas con el público y la crítica, bastante feroz con sus capítulos anteriores. Debo reconocer que George se ha puesto serio para cerrar su historia, y gracias a dios que lo ha hecho, dejando el infantilismo de La Amenaza Fantasma, y el pastel de El Ataque de los Clones a un lado para ofrecer lo que los fans y no tan fans estaban esperando ver, el como, donde y por que de la aparición de uno de los villanos mas villanos de la historia del cine, entrando en la Tantive IV, con un batallón de Stormtroopers y con serios síntomas de asma escondidos en esa máscara, Darth Vader.
Lucas ha canalizado sus habilidades jedi para centrarse de una vez por todas en sus personajes y dotarles de emoción, y no solo eso, sino que esa emoción sea transmitida al espectador, que este se palpe del torbellino emocional que esta presenciando, cosa que no consiguió el episodio anterior donde esos diálogos tan flojos echaron al traste todo el romance entre Anakin y Padme por un lado y la frialdad de los actores por otro.
En La Venganza de los Sith esto ha cambiado radicalmente, por vez primera y salvo una escena en concreto, los diálogos no desentonan y tanto Hayden Christensen como Natalie Portman, muy criticados por lo que comentaba anteriormente, ahora se han podido lucir, sobre todo Hayden, cuya transformación en Vader ha sido meticulosamente estudiada por Lucas y brillantemente llevada a cabo. Anakin es una fuente de emociones desbocadas que se ven potenciadas por sus sueños premonitorios y por la influencia de uno de los personajes que ha trabajado en la sombra de Star Wars y que en este episodio es sin duda el rey del “show”, Palpatine. La dualidad de este personaje no hace más que revindicar su inteligencia y su astucia y cuando vemos esa transformación que nos lleva a la persona que ha movido los hilos para beneficio propio y para desgracia de los Jedi, es cuando comprendemos lo genial que ha sido su desarrollo. Palpatine controla el destino de Anakin y lo lleva a su territorio, justo al borde que separa el lado bueno del lado oscuro, y es ahí donde se revela la siniestra y grotesca personalidad para ofrecer en bandeja el camino a seguir para Anakin. La duda, la inseguridad y el miedo a la perdida firman su pase definitivamente.
Si ese pase es realmente bueno, la transformación en Vader es apoteósica, un sueño hecho realidad, Lucas no se ha cortado ni un pelo para mostrar al público lo que se esconde debajo del traje mecánico. Uno de los clímax de la película resuelve todo esto con elegancia y seriedad, el enfrentamiento entre maestro y discípulo, Obi-Wan vs Anakin en Mustafar, un verdadero escenario dantesco para visualizar la caída a los infiernos de Skywalker.
Natalie Portman, por su parte, también ofrece emociones en esta película, la verdad es que Lucas se lo ha puesto en bandeja, aunque si que es cierto que se ha centrado mas en el trío Palpatine Anakin Obi-Wan. Portman consigue que nos creamos su dramático parto o su descubrimiento de las intenciones oscuras de su marido, trabajo le ha costado pero por fin lo ha logrado.
Otro punto a favor de Lucas ha sido el montaje en paralelo, aquí si George!, esa ejecución de la orden 66 que llevan a cabo los clones y que da el giro en la historia, una picadura de araña muy venenosa que ha estado tejiendo su tela durante mucho tiempo, pues realmente funciona muy bien, gracias también en parte a la excelente selección de los temas del dios Williams mas dramáticos de su partitura que consigue que el apartado musical se pegue como una lapa a las imágenes formando un todo espectacular.
Solo un par de puntos conflictivos que le han restado puntos en esta crítica, el único diálogo que pierde aceite entre Anakin y Padme, cuando ella esta peinándose en el balcón, demasiado sencillo, muy flojo y repetitivo. Un comienzo de película con demasiadas situaciones cómicas por parte de R2 y la mas polémica de todas, el corte de una escena que no se ve en el montaje definitivo y que daba respuestas a ciertas preguntas mitológico-filosóficas de la trilogía clásica sobre el espíritu de los Jedi y su comunión con la fuerza para mantener su consciencia después de la muerte, aparte de un nuevo enfoque en los personajes del episodio IV que reaccionan debido a su sensación de culpabilidad. Esto ha provocado que la escena posterior resulte algo coja y confusa. Espero que la reinserte en el DVD.
En definitiva un estupendo cierre de saga que nos lleva a plantearnos que hubiera pasado si Lucas hubiera mantenido este nivel en los episodios anteriores, pero bueno es reconfortante saber que ha pensado en los fans clásicos por una vez y nos ha regalado este caramelo que nos ha dejado un sabor en la boca muy dulce.

Nota: 8,5