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“Epoch”, ¿Qué se esconde detrás de este nombre que parece sacado de algún monstruo de Barrio Sésamo?, bueno pues en realidad se trata de una rareza que por estas tierras de Cervantes seguro que no la ha visto nadie ya que es una película hecha especialmente para el canal de TV Sci-Fi yankie y que emitieron hace ya algunos años, concretamente en el 2000.
Tengo que decir que la historia esta bastante interesante, un asteroide gigante que llega a la tierra hace 4 millones de años con un propósito que mas tarde descubriremos y que en nuestros días reaparece en forma de cono rocoso en la provincia china de Buthan causando interferencias atmosféricas. Un grupo de investigadores norteamericanos se reúnen por orden del gobierno para resolver el enigma que se esconde detrás de este extraño fenómeno que puede causar un desastre en la Tierra. Hay buenas ideas sobre elementos evolutivos en el ser humano pero que no se han sabido llevar a buen puerto.
Lo que pierde aceite es por un lado ese aroma a serie de TV barata y un guión algo descuidado, pero se deja ver con agrado sabiendo lo que uno se va a encontrar claro.
Tal vez lo mas atractivo de Epoch sea el principio y el final donde se descubren los secretos de este “engendro”, siendo el resto algo soso con tramas políticas poco creíbles, o posibles conflictos internacionales chino-norteamericanos metidos con calzador.
Ryan O’neil que hace de secundario esta casi de relleno, al igual que James Hong (Chew en Blade Runner) que hace de embajador chino. El resto como es costumbre son actores televisivos o que no conoce nadie, lo cual no es malo, pero si que se nota cierta desidia en todos, no están muy inspirados delante de la cámara que digamos.
La película entretiene, eso no lo vamos a negar, pero de ahí a que sea un buen y elaborado film de sci-fi hay un buen trecho.
Como apunte final decir que en la publicidad que se hace en la web oficial Sci-Fi.com de esta película se nos cuenta que es un clásico de ese canal…¿me lo explique usted que no lo entiendo?, si eso es un clásico yo soy Benedicto XVI disfrazado.

Nota: 4,5