Un Anillo para deslumbrarnos a todos
- Zona Culto -
Quien le iba a decir a J.R.R. Tolkien hace casi cincuenta años, cuando escribió la trilogía sobre la Tierra Media, la historia del señor oscuro y sus anillos, la historia de Frodo y su misión para cambiar los acontecimientos sombríos que se ciernen, la historia de la Comunidad, formada para proteger al portador del anillo único de los peligros que acechan en la oscuridad, que su obra se convertiría en algo grande. Pues bien décadas de años después esta historia de confrontación entre el bien y el mal, de valor y heroísmo, elegida como la novela del siglo XX, ha cruzado la imaginación de su autor y se ha trasladado a la gran pantalla.
Peter Jackson, fiel seguidor del mundo Tolkeniano, se ha ocupado de la envergadura de adaptar la novela y plasmarla en imágenes, para lo cual no se han escatimado esfuerzos ni millones en presupuesto para rodar no solo este primer episodio sino para filmar la trilogía al completo en la tierra natal de Jackson, Nueva Zelanda, durante casi un año entero de rodaje, con un diseño de producción y una planificación a lo grande para que el espectador se trasladara al maravilloso mundo que Tolkien ideo y sintiera esa mágica atmósfera que lo rodea. Catalogada en su momento como la película del año, la película mas deseada por cientos de fans y no tan fans, o por aquellos que desean por encima de todo un cine de aventuras épico y grandioso con una historia profunda debajo que les cautive y les invite a repetir experiencia, pues bien, el pasado 19 de Diciembre del 2001, supuso en comienzo de esta nueva saga cinematográfica en las salas de cine de todo el mundo, una nueva saga que vista en su totalidad solo queda decir que ha sido mítica y legendaria.
Lo primero que llama la atención, es el ritmo narrativo, han conseguido un guión que cinematográficamente hablando y dejando a un lado si la adaptación ha sido mas o menos correcta, impresiona, cautiva y fascina, es un guión muy elaborado y muy difícil de conseguir, el condensar todo lo que la novela cuenta, que no es poco, en casi tres horas largas de duración, y el hacerlo de la manera que lo han hecho, sin que la acción decaiga y logrando además un aspecto visual como nunca antes se ha podido ver y experimentar en una sala de cine. Jackson ha conseguido que la película entera sea un auténtico clímax, un espectáculo para los ojos y para la mente, además en los escasos momentos en los que la acción se detiene, el nivel general no se para dado que este sube jugando con otra baza a su favor, un as que el director tenia escondido en la manga, y que no es otro que los escenarios y los decorados, Hobbiton, Rivendell, Lothlorien, todos representados en su máximo esplendor y sobre todo cinco letras que a partir de ahora se escriben con mayúsculas en el cine de aventuras, cinco letras que brillan con luz propia y que deslumbran, cinco letras que alcanzan un clímax dentro de otro clímax. Me refiero a MORIA, lo que uno puede ver, percibir y sentir aquí, no se siente todos los días, se trata de uno de los momentos mejor filmados tanto visualmente como narrativamente de la historia del cine épico de aventuras. Lo que uno ve allí parece sacado de alguno de sus sueños o pesadillas más profundas, y Jackson la ha cuidado hasta el mas mínimo detalle, imprimiendo tal fuerza que el corazón del espectador se dispara y no te queda mas remedio que sujetarse a la butaca lo mas fuerte posible. A parte de esto Moria también tiene momentos de gran drama que el director ha sabido rodar con maestría jugando muy bien la baza de la bso, excelente por cierto, de Howard Shore, una bso que cobra mas fuerza con las imágenes y ayuda en momentos muy concretos a sentir terror, miedo, tensión e incluso a percibir el sufrimiento.
Pero no se acaba con Moria, la película esta llena de escenas impresionantes, como el prólogo de la misma, una introducción demoledora y brutal que mete al espectador de lleno en la historia, una introducción que golpea los sentidos y los arrastra a la magia de la Tierra Media para quedarse allí definitivamente instalada en los territorios imaginarios del séptimo arte, o mágicas, el cual es un calificativo muy difícil de lograr, de plasmar y funcionar en una pantalla gigante y esta Comunidad del Anillo respira magia por los cuatro costados ya que solo basta un momento como el de la entrega de regalos que Galadriel lleva a cabo antes de que nuestros héroes partan de Lothlorien, para darse cuenta de lo hipnotizante, cautivadora y maravillosa que resulta la experiencia de ver esta película.
¿Qué sería de la historia si los actores y el resto del reparto no estuvieran a la altura?, el resultado bajaría bastante. No es el caso, ya que se ha conseguido un equilibrio entre todos los personajes y los actores que los interpretan. Lo segundo que llama la atención son precisamente dichos personajes y el magnífico carisma que desprenden, este carisma hace que el espectador se identifique con ellos, viva con ellos, se mueva con ellos y sufra con ellos. Los enfrentamientos entre el bien y el mal, para que el resultado sea el esperado este carisma debe de ser muy fuerte, tanto los buenos como los malos, para que luego la confrontación eche chispas. Aquí lo han conseguido, empezando por Ian McKellen que borda su papel de Gandalf El Gris, logrando una humanidad y un compañerismo que dista mucho de lo que estábamos acostumbrados a ver en un mago. Ian Holm como Bilbo Bolsón, genial su interpretación, emotiva y con excelentes diálogos con su amigo Gandalf. Sean Bean como el guerrero Boromir, muy alejado de las mediocridades que suele hacer, aquí esta muy bien, de lo mejor que ha hecho Bean en mucho tiempo, al igual que su compañero Viggo Mortensen (Aragorn), que esta vez si que logra interpretar con credibilidad y sobre todo carisma su personaje de guerrero dándole ese punto de valentía necesario. Sin olvidarnos de Orlando Bloom, el descubrimiento, otro actor cuyo rol tiene una aureola mágica a su alrededor, y es que el personaje de Legolas será el favorito de mucha gente. Por supuesto, el personaje en cuyas manos reside el destino de muchos, Elijah Wood no podía fallarnos y no lo ha hecho, firmando también una buena actuación emotivo-dramática.
En el otro lado de la balanza destaca un nombre propio, Christopher Lee, que se ha convertido en el icono del género fantástico de los últimos años, consiguiendo en El Señor de los Anillos un personaje, el mago Saruman, hecho a su medida, su presencia intimida y pone los pelos de punta. También es cierto que hay personajes como el de Arwen que interpreta Liv Tyler que puede parecer que no esta lo suficientemente desarrollado en un principio, o que esos momentos románticos sean muy escasos, pero afortunadamente la cosa mejora en los dos siguientes capítulos. Hay que tener en cuenta que el reparto es muy amplio y no se puede pedir profundidad a todos porque eso requiere mucho tiempo.
En definitiva el anillo ha llegado y nos ha deslumbrado con su brillo, un brillo cegador que nos deja con la boca abierta, y la sensación de ver algo nuevo, que nadie antes ha hecho por lo menos a este nivel, por que El Señor de los Anillos: La Comunidad del Anillo es la clase de película que marca un antes y un después en el mundo del cine, como hace años lo hicieron otras trilogías como El Padrino o Star Wars, no solo un antes y un después, sino que marca también a las generaciones que la ven. El viaje por la Tierra Media de Tolkien permanece grabado en la mente de los espectadores, grabado con letras doradas en élfico, y que nadie que tenga un pensamiento abierto a la imaginación dejara escapar.
Los viajes, esos viajes tan difíciles de lograr en el cine, los que te transportan a otra época, otro lugar, los que hacen que en una sala abarrotada te encuentres tu solo y la pantalla, esos viajes en los que se respira el aroma de los escenarios, mágicos en este caso, y de los que luego al final es muy difícil el regreso quedando cautivado por la experiencia. Estos son los que verdaderamente merecen la pena y con esta Comunidad del Anillo, se viaja a la velocidad de la luz tocando el paraíso, deseando ver mas cosas, deseando empaparse de su esencia.
Peter Jackson ha logrado una magistral película seria y adulta con momentos muy oscuros, con momentos aterradores, dramáticos, épicos en definitiva que emociona tanto a los lectores del libro como a los que no lo conocen, he comentado con anterioridad el tema de adaptar la novela, hay que tener en cuenta que lo que vemos no es un libro sino una película, y el mérito radica en condensar de una manera coherente la síntesis de la novela, el espíritu de la misma, en solo 180 minutos (218 la extendida), minutos que se hacen cortos y que pasan en un momento, un abrir y cerrar de ojos hambrientos.
La llamada de Las Dos Torres se empieza a escuchar como si fuera el canto hipnótico de los elfos, y lo único malo de todo esto es que tendremos que esperar a cambiar de DVD para seguir nuestro viaje y recuperarnos del estado catatónico en que nos encontramos.
Solo han pasado unos pocos años desde su estreno y como el buen vino que mejora con los años, La Comunidad del Anillo ya ha logrado mi calificativo de Obra Maestra. 4 Oscars técnicos de 13 nominaciones incluida Mejor Película y Mejor Director que justamente se hubiera merecido llevarse, múltiples premios de la crítica americana la avalan y la sensación de dejar al género fantástico en lo mas alto, un escalón que nadie le podrá igualar ni superar ni ahora ni dentro de muchos años. Afortunados los que han podido vivir esto en una sala de cine, el Anillo llego y nos cautivo a todos.
Quien le iba a decir a J.R.R. Tolkien hace casi cincuenta años, cuando escribió la trilogía sobre la Tierra Media, la historia del señor oscuro y sus anillos, la historia de Frodo y su misión para cambiar los acontecimientos sombríos que se ciernen, la historia de la Comunidad, formada para proteger al portador del anillo único de los peligros que acechan en la oscuridad, que su obra se convertiría en algo grande. Pues bien décadas de años después esta historia de confrontación entre el bien y el mal, de valor y heroísmo, elegida como la novela del siglo XX, ha cruzado la imaginación de su autor y se ha trasladado a la gran pantalla.
Peter Jackson, fiel seguidor del mundo Tolkeniano, se ha ocupado de la envergadura de adaptar la novela y plasmarla en imágenes, para lo cual no se han escatimado esfuerzos ni millones en presupuesto para rodar no solo este primer episodio sino para filmar la trilogía al completo en la tierra natal de Jackson, Nueva Zelanda, durante casi un año entero de rodaje, con un diseño de producción y una planificación a lo grande para que el espectador se trasladara al maravilloso mundo que Tolkien ideo y sintiera esa mágica atmósfera que lo rodea. Catalogada en su momento como la película del año, la película mas deseada por cientos de fans y no tan fans, o por aquellos que desean por encima de todo un cine de aventuras épico y grandioso con una historia profunda debajo que les cautive y les invite a repetir experiencia, pues bien, el pasado 19 de Diciembre del 2001, supuso en comienzo de esta nueva saga cinematográfica en las salas de cine de todo el mundo, una nueva saga que vista en su totalidad solo queda decir que ha sido mítica y legendaria.
Lo primero que llama la atención, es el ritmo narrativo, han conseguido un guión que cinematográficamente hablando y dejando a un lado si la adaptación ha sido mas o menos correcta, impresiona, cautiva y fascina, es un guión muy elaborado y muy difícil de conseguir, el condensar todo lo que la novela cuenta, que no es poco, en casi tres horas largas de duración, y el hacerlo de la manera que lo han hecho, sin que la acción decaiga y logrando además un aspecto visual como nunca antes se ha podido ver y experimentar en una sala de cine. Jackson ha conseguido que la película entera sea un auténtico clímax, un espectáculo para los ojos y para la mente, además en los escasos momentos en los que la acción se detiene, el nivel general no se para dado que este sube jugando con otra baza a su favor, un as que el director tenia escondido en la manga, y que no es otro que los escenarios y los decorados, Hobbiton, Rivendell, Lothlorien, todos representados en su máximo esplendor y sobre todo cinco letras que a partir de ahora se escriben con mayúsculas en el cine de aventuras, cinco letras que brillan con luz propia y que deslumbran, cinco letras que alcanzan un clímax dentro de otro clímax. Me refiero a MORIA, lo que uno puede ver, percibir y sentir aquí, no se siente todos los días, se trata de uno de los momentos mejor filmados tanto visualmente como narrativamente de la historia del cine épico de aventuras. Lo que uno ve allí parece sacado de alguno de sus sueños o pesadillas más profundas, y Jackson la ha cuidado hasta el mas mínimo detalle, imprimiendo tal fuerza que el corazón del espectador se dispara y no te queda mas remedio que sujetarse a la butaca lo mas fuerte posible. A parte de esto Moria también tiene momentos de gran drama que el director ha sabido rodar con maestría jugando muy bien la baza de la bso, excelente por cierto, de Howard Shore, una bso que cobra mas fuerza con las imágenes y ayuda en momentos muy concretos a sentir terror, miedo, tensión e incluso a percibir el sufrimiento.
Pero no se acaba con Moria, la película esta llena de escenas impresionantes, como el prólogo de la misma, una introducción demoledora y brutal que mete al espectador de lleno en la historia, una introducción que golpea los sentidos y los arrastra a la magia de la Tierra Media para quedarse allí definitivamente instalada en los territorios imaginarios del séptimo arte, o mágicas, el cual es un calificativo muy difícil de lograr, de plasmar y funcionar en una pantalla gigante y esta Comunidad del Anillo respira magia por los cuatro costados ya que solo basta un momento como el de la entrega de regalos que Galadriel lleva a cabo antes de que nuestros héroes partan de Lothlorien, para darse cuenta de lo hipnotizante, cautivadora y maravillosa que resulta la experiencia de ver esta película.
¿Qué sería de la historia si los actores y el resto del reparto no estuvieran a la altura?, el resultado bajaría bastante. No es el caso, ya que se ha conseguido un equilibrio entre todos los personajes y los actores que los interpretan. Lo segundo que llama la atención son precisamente dichos personajes y el magnífico carisma que desprenden, este carisma hace que el espectador se identifique con ellos, viva con ellos, se mueva con ellos y sufra con ellos. Los enfrentamientos entre el bien y el mal, para que el resultado sea el esperado este carisma debe de ser muy fuerte, tanto los buenos como los malos, para que luego la confrontación eche chispas. Aquí lo han conseguido, empezando por Ian McKellen que borda su papel de Gandalf El Gris, logrando una humanidad y un compañerismo que dista mucho de lo que estábamos acostumbrados a ver en un mago. Ian Holm como Bilbo Bolsón, genial su interpretación, emotiva y con excelentes diálogos con su amigo Gandalf. Sean Bean como el guerrero Boromir, muy alejado de las mediocridades que suele hacer, aquí esta muy bien, de lo mejor que ha hecho Bean en mucho tiempo, al igual que su compañero Viggo Mortensen (Aragorn), que esta vez si que logra interpretar con credibilidad y sobre todo carisma su personaje de guerrero dándole ese punto de valentía necesario. Sin olvidarnos de Orlando Bloom, el descubrimiento, otro actor cuyo rol tiene una aureola mágica a su alrededor, y es que el personaje de Legolas será el favorito de mucha gente. Por supuesto, el personaje en cuyas manos reside el destino de muchos, Elijah Wood no podía fallarnos y no lo ha hecho, firmando también una buena actuación emotivo-dramática.
En el otro lado de la balanza destaca un nombre propio, Christopher Lee, que se ha convertido en el icono del género fantástico de los últimos años, consiguiendo en El Señor de los Anillos un personaje, el mago Saruman, hecho a su medida, su presencia intimida y pone los pelos de punta. También es cierto que hay personajes como el de Arwen que interpreta Liv Tyler que puede parecer que no esta lo suficientemente desarrollado en un principio, o que esos momentos románticos sean muy escasos, pero afortunadamente la cosa mejora en los dos siguientes capítulos. Hay que tener en cuenta que el reparto es muy amplio y no se puede pedir profundidad a todos porque eso requiere mucho tiempo.
En definitiva el anillo ha llegado y nos ha deslumbrado con su brillo, un brillo cegador que nos deja con la boca abierta, y la sensación de ver algo nuevo, que nadie antes ha hecho por lo menos a este nivel, por que El Señor de los Anillos: La Comunidad del Anillo es la clase de película que marca un antes y un después en el mundo del cine, como hace años lo hicieron otras trilogías como El Padrino o Star Wars, no solo un antes y un después, sino que marca también a las generaciones que la ven. El viaje por la Tierra Media de Tolkien permanece grabado en la mente de los espectadores, grabado con letras doradas en élfico, y que nadie que tenga un pensamiento abierto a la imaginación dejara escapar.
Los viajes, esos viajes tan difíciles de lograr en el cine, los que te transportan a otra época, otro lugar, los que hacen que en una sala abarrotada te encuentres tu solo y la pantalla, esos viajes en los que se respira el aroma de los escenarios, mágicos en este caso, y de los que luego al final es muy difícil el regreso quedando cautivado por la experiencia. Estos son los que verdaderamente merecen la pena y con esta Comunidad del Anillo, se viaja a la velocidad de la luz tocando el paraíso, deseando ver mas cosas, deseando empaparse de su esencia.
Peter Jackson ha logrado una magistral película seria y adulta con momentos muy oscuros, con momentos aterradores, dramáticos, épicos en definitiva que emociona tanto a los lectores del libro como a los que no lo conocen, he comentado con anterioridad el tema de adaptar la novela, hay que tener en cuenta que lo que vemos no es un libro sino una película, y el mérito radica en condensar de una manera coherente la síntesis de la novela, el espíritu de la misma, en solo 180 minutos (218 la extendida), minutos que se hacen cortos y que pasan en un momento, un abrir y cerrar de ojos hambrientos.
La llamada de Las Dos Torres se empieza a escuchar como si fuera el canto hipnótico de los elfos, y lo único malo de todo esto es que tendremos que esperar a cambiar de DVD para seguir nuestro viaje y recuperarnos del estado catatónico en que nos encontramos.
Solo han pasado unos pocos años desde su estreno y como el buen vino que mejora con los años, La Comunidad del Anillo ya ha logrado mi calificativo de Obra Maestra. 4 Oscars técnicos de 13 nominaciones incluida Mejor Película y Mejor Director que justamente se hubiera merecido llevarse, múltiples premios de la crítica americana la avalan y la sensación de dejar al género fantástico en lo mas alto, un escalón que nadie le podrá igualar ni superar ni ahora ni dentro de muchos años. Afortunados los que han podido vivir esto en una sala de cine, el Anillo llego y nos cautivo a todos.
70 premios y 81 nominaciones:
Página imdb
Links de interés:
www.lordoftherings.net
www.theonering.net
www.elfenomeno.com
Nota: 10
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