"No conoceréis el miedo. El miedo mata la mente. El miedo es la pequeña muerte que conduce a la destrucción total. Afrontaré mi miedo. Permitiré que pase sobre mí y a través de mí. Y cuando haya pasado giraré mi ojo interior para escrutar su camino. Allá donde haya pasado el miedo ya no habrá nada. Sólo estaré yo."
Filosofía de Runciter, homenaje a su autor Frank Herbert

martes, septiembre 27, 2005

  El Vuelo Nocturno del terror Craven

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Vuelo Nocturno es como han traducido la nueva película de uno de los supuestos “grandes” del cine de terror yankie, ya que su título original es “Red Eye”, Wes Craven, que después de hacer cine taquillero y adolescente como la trilogía de Scream, no se le había visto el pelo en estrenos de calidad o medianamente visibles hasta ahora.
Este Vuelo que ha preparado Craven es un paso adelante en su carrera ya que se escapa del terror para jóvenes descerebrados y abarca un público algo mas maduro, que espera buenas atmósferas y buenos diálogos, y esto es algo que se agradece.
La historia es un thriller montado alrededor de dos personas Lisa Reisert (Rachel McAdams) y Jackson Rippner (Cillian Murphy), ambos se conocen en un aeropuerto mientras esperan la salida de su vuelo, intercambiando comentarios personales sobre sus vidas. Casualmente cuando suben al avión tienen asientos contiguos y lo que parece un intercambio de atracción y amistad mutua entre los dos debido a un acto espontáneo, desemboca nada mas efectuar el despegue en un acto programado y calculado por parte de Jackson ya que su misión era entrar en contacto con ella, ganarse su confianza y luego plantearle la verdad de sus acciones.
Craven construye muy bien estos dos personajes, provocando un duelo psicológico muy interesante dentro de la atmósfera claustrofóbica que resulta ser el avión lleno de gente, Cillian funciona como villano y sus diálogos lo reflejan muy bien. Rachel también esta a la altura ofreciendo un buen repertorio de expresiones faciales que muestran su pánico.
Pero lo que pintaba un magnífico ejercicio de suspense y terror se diluye por completo al tomar tierra el avión dejando la balanza final en un simple buen thriller ya que Craven cae en los tópicos del género vistos y repetidos hasta la saciedad. Además esos buenos diálogos que había durante el vuelo que ponían sobre la mesa sus perfiles psicológicos ahora brillan por su ausencia y Cillian se convierte en una caricatura, en un personaje sin cerebro, un zombie, un Jason de Viernes 13, algo opuesto a lo que le habíamos visto antes. Los últimos 15 minutos de la película son sin duda lo peor, lo mas facilón del guión y lo mas aburrido, cuando el público esperaba otra solución mas elaborada y mas cerebral.
De todas formas, aparte de este fiasco final que le resta muchos puntos a la nota, se puede disfrutar en cierta medida de sus 65 minutos anteriores, donde Craven se mueve como pez en el agua.

Nota: 6,5