- Zona Coaxial -
Si bien acabe fascinado al término de la primera temporada con el derroche de imaginación y diversión que tenían los guiones de esta serie, no es nada comparado con lo que he experimentado al término de esta segunda, donde el nivel ha subido hasta los límites que rondan la mejor serie de sci-fi que ha pasado por mis manos. Y es que el equipo Henson se ha esforzado y ha exprimido sus seseras para ofrecernos no solo unos personajes tremendamente carismáticos y que ya están perfectamente evolucionados, sino para demostrar que debajo de los kilos de maquillaje y de animatrónica hay emociones. Sus relaciones dentro de la nave llegan al punto en que se forman lazos afectivos muy fuertes por ejemplo entre Crichton y Aeryn o entre D’argo y Chiana (personaje que aparecía al final de la primera y que ahora esta en nómina). Dichas relaciones se van forjando y se van desarrollando a lo largo de esta temporada dejándolos listos y encaminados para la siguiente. Incluso hay otras nuevas de amistad que están muy bien como es el caso de Aeryn y el Piloto.
Como decía, Farscape es de nuevo un derroche de imaginación y diversión, el equipo pasa por todo tipo de situaciones, desde clones de Crichton, princesas que buscan relaciones estables, bichejos de todo tipo que amenazan a Moya, o situaciones tremendamente divertidas como un intercambio de personalidades entre todos los tripulantes de manera que por ejemplo Crichton tenga el cuerpo de Aeryn o D’argo el de Chiana. Todos acaban experimentando lo que es estar en los cuerpos de los demás, lo que provoca una carcajada kilométrica.
Pero lo mejor sin duda es el final de temporada que por una situación complicada propiciada por el enemigo de turno, Scorpio, tienen que verse obligados a buscar aliados, precisamente aquellos que episodios atrás fueron enemigos, o bien aquellos que se vieron implicados por el paso del torbellino Crichton. Juntos elaboran un plan de ataque que desemboca en un miniarco de tres episodios más el final. Un final perfecto aunque demasiado abierto para el comienzo de la nueva temporada, donde se mueven los personajes con un toque emotivo e incluso dramático que reafirma más sus relaciones. Que estupendos actores Ben Browder y Claudia Black sobre todo cuando están juntos y podemos comprobar la excelente y arrolladora química que hay entre ellos.
Con unas ganas enormes me he quedado de ver como continua esta gozada de serie, me quedan dos temporadas y la mini de cierre y me da la impresión que voy a alucinar en colores. Ah y que no se me olvide comentar la magnífica factura técnica desplegada, desde los geniales maquillajes, decorados, animaciones por ordenador, animatrónica, etc. Ya estáis pillando estos episodios, si os gusta la sci-fi no podéis perderos este caviar, acompañado de jamón de pata negra.

Nota: 9