"No conoceréis el miedo. El miedo mata la mente. El miedo es la pequeña muerte que conduce a la destrucción total. Afrontaré mi miedo. Permitiré que pase sobre mí y a través de mí. Y cuando haya pasado giraré mi ojo interior para escrutar su camino. Allá donde haya pasado el miedo ya no habrá nada. Sólo estaré yo."
Filosofía de Runciter, homenaje a su autor Frank Herbert

miércoles, septiembre 07, 2005

  La Maquinaria de la Vida

- Relatos Cortos-
¿De donde procede el ser humano?, ¿Cómo se formo la vida en este planeta y en el universo?. Preguntas que siempre se ha hecho, se hace y se hará el ser humano y cuyas respuestas me han sido reveladas por una razón muy concreta. ¿Quién soy yo para tal alto grado de responsabilidad?. Me llamo Roberto y ante mis ojos han pasado todas las respuestas sobre la creación, la vida, la muerte y ninguna de ellas es comparable con los orígenes biológicos, evolución de las especies y demás teorías científicas. La verdad va mucho más allá de lo posible y realmente imaginable.
Nací un 8 de Febrero de 1974 y desde que tengo capacidad para pensar siempre he tenido en mi mente las respuestas a esas preguntas de una manera tan clara y detallista como si lo hubiera vivido ayer. A los 4 años mis padres se sorprendían de aquellos dibujos tan raros que hacia, no entendían su significado y siempre pensaron que aquello era debido a mi gran imaginación, pero yo si que lo tenia mas claro que ellos, mas aun cuando a los 14 mis esquemas y bocetos de maquinaria viva causaban asombro al pasar de mano en mano de los profesores del colegio.
Los sueños son un mecanismo del ser humano para construir realidades o fantasías alternativas a su vida cotidiana, son el nexo con el subconsciente, soñamos desde que nacemos, solo que los míos son ligeramente diferentes al resto, yo aprendo mediante los sueños, alguien o algo me va dando la información que asimilo como si fuera una esponja y por fin a los 31 años he entendido lo complejo de esta historia, la última pieza del puzzle me ha sido enviada y asimilada, todo empieza a encajar, todo forma parte de un engranaje perfectamente lubricado y que se mueve con precisión.
El ser humano no tiene un origen biológico sino mecánico, todo lo que nos rodea forma parte de la misma mecánica avanzada, tiene apariencia real, palpable y sustancial pero debajo hay una tecnología desconocida, bueno, no para mi, yo se perfectamente como funciona y quien la maneja pero vayamos por partes, la respuesta a la primera pregunta es que la vida se forma al encender la maquinaria, una gran esfera de millones de años luz de diámetro selecciona un punto dentro de su propio universo artificial y un rayo de vida es lanzado para generar los ingredientes necesarios para su desarrollo, las nanomáquinas crean galaxias, soles, planetas…seres humanos.
La creación del ser humano es compleja pero podría empezar por decir que en el nacimiento, todos tenemos una mente común, un pensamiento colectivo donde todos nos escuchamos como si fuera un recipiente de almas biomecánicas dispuestas a ser lanzadas a sus receptores. Solo disponemos de unos instantes de colectividad ya que en el momento de la inyección, nuestra nanomáquina neuronal comienza a fabricar recuerdos de nuestra vida y a fabricar el envoltorio de lo que vemos, sentimos, tocamos o saboreamos. Nuestra vida es como una madeja de hilo que se empieza a enrollar, cada día que transcurre es una vuelta de hilo que se acopla al anterior formando nuestra realidad.
Lamentablemente nuestras nanomáquinas son finitas, su cpu neural tiende a durar entre 80 y 100 años de media y el final de la vida es el punto de retorno a la colectividad y a la regeneración, el reseteo, el borrado de memoria. En cierta medida al comienzo y al final durante un diminuto espacio de tiempo conocemos a Dios, el artista, el creador de semejante obra mecánica y el que pulsa el encendido y el apagado de este engendro. Nadie tiene un recuerdo exacto de cómo es él, para unos es una fuente de luz, para otros es una representación de su religión. Para mi Dios es el maquinista y no es humano, formo parte de una selección entre las especies mecánicas de larga duración de la esfera, con cerca de 400 años de longevidad, resultado de una antigua creación de vida.
Pero el maquinista esta viejo, esta en su etapa final y necesita un sucesor en el cargo, alguien que como él vigilara el perfecto funcionamiento de este enorme mecano durante generaciones, y ahí es donde entro yo, toda esa información que se me ha ido enviando ha sido para tener las nociones necesarias para el manejo de la maquinaria. Un buen día soñare que creo vida y mis nanomáquinas me enviarán a través del nexo del subconsciente a la verdadera realidad, podré ver donde se crea una nueva civilización y ver como evoluciona. Me despertaré en un nuevo e inexplorado mundo para el ser humano, un mundo en el que desde la perspectiva de un dios, la creación de vida es un acto programado y carente de respuesta espontánea. Siempre desee ver el universo, realizar viajes interplanetarios y conocer a otras especies, así que en ese sentido me considero un hombre muy afortunado, o mas bien...nanohombre.

Autor: Runciter

1 Comentario/s:

  Blogger Runciter ha dicho...

Gran parte de las ideas que se pueden leer en este relato me vinieron a la cabeza como el prota de la historia, durante un sueño que tuve. Así que en cierta medida puede resultar autobiográfico a pesar de algunas licencias que me he endosado. ;-)

7/9/05 9:25 p. m.  

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